Poder conocer a los niños(as) es fácil, pero entender su mundo lleno de imaginación, es el desafío que cada uno de los tíos y tías que están junto a ellos tienen que entender.
He entendido que los niños(as), son parte de un collar de perlas, cada uno es de un valor inimaginable, sus sonrisas, alegría, espontaneidad, sinceridad, travesuras, inocencia es lo que nos mueve a seguir adelante, poder llenar esos corazoncitos que necesitan conocer a un amigo, padre, el cual guiará por un sendero de verdad, Jesús mi fiel amigo un compañero de camino.
